El puerto de Chancay simboliza el fortalecimiento de la relación del país asiático con la región.

 

En los últimos diez años, Beijing ha desbancado a EE.UU. como el mayor socio comercial de América del Sur, importando millones de toneladas de soja, maíz y cobre. Una de las inversiones que simboliza el interés de China por la región es el puerto de Chancay en Perú, valorado en US$3.500 millones y que comenzará a operar a fines de este año. El puerto, propiedad mayoritaria de la empresa estatal china Cosco Shipping, será el primero controlado por el país asiático en América del Sur y podrá atender buques de gran tamaño que pueden dirigirse directamente a Asia, reduciendo el tiempo de itinerario en algunas cargas de exportación en dos semanas, reporta Reuters.

 

“El megapuerto de Chancay pretende convertir al Perú en un hub comercial y portuario estratégico entre América del Sur y Asia”, dijo a Reuters el ministro de Comercio de Perú, Juan Mathews, al referirse a esta obra que, como parte de la campaña china de “la Franja y la Ruta”, encarna el desafío que enfrentan EE.UU. y Europa para contrarrestar la creciente influencia de Beijing en América Latina.

 

La primera fase de Chancay debería estar terminada en noviembre de 2024, justo para cuando el presidente chino, Xi Jinping, visite Perú en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).

 

Carne y soja de Brasil

 

El gobierno de Perú está planeando una zona económica exclusiva cerca del puerto y Cosco quiere construir un centro industrial cerca de Chancay para procesar materias primas que podrían incluir granos y carne de Brasil antes de enviarlos a Asia. El embajador de Brasil en Perú, Clemente Baena, señaló que “es una oportunidad para que la producción de cereales y carnes, especialmente de Rondonia, Acre, Mato Grosso y Amazonas, llegue a Asia a través del puerto de Chancay”.

 

Añadió que sería necesario invertir en una carretera existente conocida como Carretera Interoceánica -que se extiende desde el sur de Perú a través de los Andes hasta Brasil- para mejorar las rutas de transporte. Un enlace ferroviario largamente discutido sigue en fase de estudio, afirmó.

 

China supera a EE.UU.

 

China superó a EE.UU. en el comercio en América del Sur y Central durante el gobierno del expresidente Donald Trump, a pesar de que su administración advirtió a la región sobre los peligros de acercarse demasiado a Beijing.  Sin embargo, bajo el Presidente Joe Biden, la brecha se ha ampliado.

 

Los funcionarios estadounidenses ahora están adoptando un rumbo diferente, argumentando que EE.UU. ofrece a la región otras cosas más allá del comercio, incluida la inversión en industrias de alta tecnología. Sin embargo, en Beijing sostienen que su comercio e inversión en América Latina son beneficiosos para ambas partes. Unos 150 países se han adherido a la Franja y la Ruta con China, incluidos 22 de América Latina.

 

Un marcado cambio en diez años

 

Hace una década, Perú, el segundo productor de cobre del mundo comerciaba ligeramente más con EE.UU. que con China. Ahora, China tiene una ventaja de más de US$10.000 millones en el comercio bilateral, en una tendencia que se está manifestando en toda la región.

 

Parte del cambio es pragmático. China, de rápido crecimiento, necesita el cobre y el litio de los Andes de América del Sur, junto con el maíz y la soja de las llanuras de Argentina y Brasil.

 

Punto de apalancamiento

 

El comercio de Perú con China se duplicó en la última década a US$33.000 millones en 2022, impulsado por el aumento de las exportaciones de cobre, incluso cuando su comercio con EE.UU. se estancó. China ha invertido unos US$24.000 millones en minas peruanas, la red eléctrica, el transporte y la generación de energía hidroeléctrica durante el mismo período.

 

Las exportaciones a China crecieron un 9,3% en los primeros once meses del año pasado, según muestran los datos del gobierno, más rápido que el crecimiento del 5,3% de las exportaciones a Estados Unidos. Perú tiene un superávit comercial de US$9.400 millones con China y un déficit de US$1.300 millones con EE.UU.

 

Un alto diplomático europeo radicado en América del Sur dijo que la gran brecha en el financiamiento de infraestructura en la región dificultaba que EE.UU. “fuerce” a los gobiernos locales para que rechacen el dinero chino.

 

Mientras tanto, el interés mundial había crecido en los recursos de América del Sur, como el litio, el cobre y los cereales. “América Latina se ha convertido en un nuevo campo de batalla por esos minerales entre EE.UU., Europa y China”, afirmó.